Estas ludoterapias buscan proporcionar estímulos y ambientes de aprendizaje que estimulen la risa; con el hecho de reproducir el gesto de una sonrisa, ya se inicia a nivel químico la producción de endorfinas, por un mecanismo idéntico al que se produce en el ser humano, cuando se olfatea un buen vino, una buena comida o cuando se hace el amor. Además las glándulas salivares actúan, lo mismo que todos los mecanismos biológicos del sistema límbico, en especial, el locus coeruleus y el séptum, los cuales se encargan de regular la producción de neurotransmisores y endorfinas relacionadas con el placer de la sexualidad humana y el sentido del humor. El placer que produce también el chiste, es recomendado para ser utilizado en las risoterapias, ya que éste es producto de un juego de palabras que en últimas busca protegerse de la crítica misma o volverse contestatario en muchas oportunidades. El placer de un buen chiste se encuentra determinado por la forma y el contenido del mismo, en muchos casos, adquiere, desde lo ideológico, una clasificación: intelectual, ingenuo, pendenciero, metafórico, inocente, verde, etc. El chiste metafórico e intelectual puede ir más allá del goce y del placer que genera para introducirse a un espacio de capacidad psíquica que necesariamente produce pensamientos de alto nivel. Para Freud, “Los grandes instintos y tendencias de la vida anímica lo toman a su servicio para alcanzar sus fines”.
Las evidencias actuales de la Neurociencia han demostrado que el feto comienza a reírse desde el vientre materno. Aproximadamente a las cinco semanas de nacido el niño también sonríe con su madre y con aquellas personas que lo rodean, constituyéndose inicialmente este proceso en el origen de la inteligencia social. Según Lacan la identificación afectiva funciona como función psíquica cuando el niño ríe frente a su imagen. En palabras de este psicoanalista: “Esta percepción como unidad mental se relaciona, en el ser viviente, con un nivel correlativo de inteligencia y sociabilidad”.
En el lenguaje de la cotidianidad la risa se resiste a un análisis de tipo epistemológico, ya que es una práctica cultural que nos impide hablar de funciones, estructuras y de finalidades. La risa que producen el juego, el sentido del humor o los procesos de socialización originados en las tertulias y conversaciones de nuestra cotidianidad, causan, sencillamente placer y felicidad, y muchas endorfinas que son parte esencial del sentido de la vida.
Las estrechas relaciones entre risa y juego, risa y sueño, risa y fantasía y risa y placer revelan en términos sencillos la naturaleza social y biológica que tiene la risa, es decir, es algo inherente al ser humano. El simple hecho cotidiano de nuestro gusto por reír, por divertirnos, demuestra esa gran Ludoterapias capacidad lúdica que tienen los seres humanos desde sus primeras fases del desarrollo humano.
Con respecto a los efectos fisiológicos y psíquicos de la risa, la Neurociencia y la Medicina han encontrado infinidad de beneficios, que en la última década han sido sometidos a la investigación. Para Rubinstein “La risa es un ejercicio muscular, la risa es una técnica respiratoria, la risa libera las endorfinas cerebrales, la risa es un estimulante psíquico, la risa, por su acción sobre el sistema neurovegetativo, combate el estrés”.
Como ejercicio muscular la risa permite el movimiento de la mayor parte de los músculos del cuerpo humano, desde el rostro hasta los miembros, pasando por el diafragma y los músculos abdominales. En el rostro actúa como un verdadero masaje, permite el movimiento de muchos músculos que originan flexibilidad y belleza, combate las arrugas y restaura la alegría de vivir. Recordemos que por cada carcajada utilizamos más de 400 músculos.
Como técnica respiratoria permite incrementar el proceso de respiración que depura el organismo, gracias a la acción benéfica del oxígeno. Según Rubinstein “Las funciones intestinales y hepáticas mejoran, el aparato cardiovascular se regulariza, el entendimiento intelectual aumenta, el nerviosismo y el insomnio disminuyen”.
Como estimulante psíquico la risa permite la estimulación de las facultades intelectuales, aumenta la tensión y la rapidez de ejecución de tareas. Las depresiones, las angustias, los temores, las ansiedades tienden a desaparecer cuando el hombre ríe, especialmente a carcajadas. Cuando la risa estimula el sistema parasimpático, según Rubinstein: “El ritmo cardíaco se hace más lento, se reduce la tensión arterial, se regularizan la respiración y la digestión, y domina los órganos genitales”.
Otros beneficios de la risa se refieren a los siguientes: permite la oxigenación del organismo, disminuye la contracción muscular, los pulmones se ventilan, se estimula el vaso, y por lo tanto, se pueden eliminar fácilmente las toxinas, se disminuye la concentración de cortizol, adrenalina, permitiéndonos la eliminación de la ansiedad y el estrés. También, como ya hemos dicho, la risa y el amor son los procesos más productores de endorfinas que existen. No obstante, todos los beneficios anteriores, la risoterapias puede generar contraindicaciones, cuando sólo es utilizada como mecanismo de prescripción, es decir, como lo hacen algunas instituciones, que sólo utilizan estas técnicas con fines lucrativos y económicos sólo para evitar problemas de estrés y de depresión.
La risa es un proceso natural y espontáneo que sólo lo posee el ser humano desde su ambiente intrauterino. Este no es un comportamiento específico y premeditado que pueda mediante procesos de manipulación solucionar los problemas complejos de la vida. Es por esto que el ser humano se encuentra dotado con un equipo biológico que le permite contraer en forma muy fuerte el diafragma, produce de esta forma natural un proceso de ventilación que hace mover en forma simultánea más de 2 litros de aire. Lo anterior no lo pueden hacer otras especies vivas.
Si contamos con todo un equipo biológico para reír, contar chistes y tener sentido del humor, es porque de alguna forma estos procesos no sólo están ligados al desarrollo de la cultura y la sociedad, sino que están íntimamente relacionados con la salud humana. De esta forma, gracias al placer que nos causa la risa nos permite liberarnos de las necesidades lógicas que nos impone la corteza cerebral. De esta manera natural, espontánea y lúdica es como se deben recrear todos aquellos ambientes de aprendizaje terapéutico, para que el niño, el joven o el adulto con trastornos de ADD/ADHD, acceda a este tipo de herramientas lúdicas.
Tomado del título: Ludoterapias. Terapias alternativas desde la neuropedagogía y la lúdica para trastornos del comportamiento, del desarrollo y del aprendizaje. Autor: Carlos Alberto Jiménez V. pp:119-122
CARLOS ALBERTO JIMENEZ V.